Bitácora 15 de febrero de 2018
Melissa Montoya Acuña
Juan Sebastián llegó a las
9:54 al pasillo del salón sin sus gafas, con audífonos puestos, se acercó a
leer el horario que está puesto al lado de cada una de las aulas de clase de la
universidad, se asomó por la ventanilla para ver que estaba pasando dentro del
salón de clase y a las 9:58 abrió la puerta para indicarle al profesor allí
presente que era hora de terminar su clase. Varios estudiantes salieron y otros
entraron, como de costumbre el salón tenía mal olor, demostrando la naturaleza
humana, percepción que es común cuando se ingresa a un espacio cerrado y con
presencia de varias personas.
Cobos lo primero que hizo fue
sentarse, acceder a su cuenta de Gmail y decir “Buenos días”, al ver que nadie
le respondió usó un tono más fuerte repitiendo “Buenos días”, por lo que los
estudiantes con un tono aún más fuerte respondieron “Buenos días”, Juan
Sebastián sonrió a esta respuesta y pidió que cerraran la puerta del salón.
Inició la clase tomando lista, repetía cada nombre dos veces a causa de la
bulla de los estudiantes y culminando la lista se da cuenta que tiene el nombre
de Jessica en rojo y le dice: Uy Jessi te tengo en rojo, y ambos sonríen. Muchos
estudiantes ingresaron tarde por la dificultad de movilidad y acceso originado
por la plaga de gente que había por el Open Campus.
La clase continuó con la
lectura habitual de bitácoras y Cobos con un tono serio dice que aún hay gente
con mucho miedo a ser leído y referencia a una estudiante, de octavo semestre,
de la Pontifica Universidad Javeriana, en total ataque de pánico cuando iba a
ser leída y que él para quitarle ese miedo la hizo leer en público. Preguntó a
la clase si habían visto el video acerca de mapas conceptuales, que se
encontraba en el blog, nadie respondió y muchos evitaron encontrar miradas con
el profesor, por lo que Cobos interpretó que nadie lo había visto y suspira con
cara de decepción, por lo tanto siguió con las bitácoras y dijo que siempre
leían la de las niñas, que era turno de uno niño valiente, y una estudiante
dijo “Camilo quiere” y fue turno entonces de leer la bitácora de Camilo.
Felicitó a varios de los que mostraron su bitácora pero les recalcó que estaban
muy textuales, era necesario conectar con más cosas, como
autores, clases, actividades, evitando
quedarse solamente con lo que dice él, no es bueno ser tan literal, hacer conexión
crea pensamientos inferiores, hay un mayor aprendizaje. Al terminar de leer las
bitácoras dice a los estudiantes que cuando uno mismo lee sus escritos, no va a
ver todos los errores, por eso enfatiza todo el tiempo lo necesario sobre un
tercero que los lea.
También cuenta a los estudiantes que ahora en
el siglo XXI se busca personas con mayor concentración para la obtención de un
mayor éxito, añade que en el mundo que ahora vivimos el ecosistema está hecho
para distraernos, interrumpirnos para estar atento de todo y de nada, ejemplo
claro son las redes sociales, mientras uno realiza cualquier trabajo de manera
paralela las va accediendo ocasionando un desenfoque total de lo que está
haciendo y con ellos sin darnos cuenta, culpando a otros nos alejamos de las metas previstas,
reflexión propia de un educador.
Desarrolló un tema nuevo, la etnografía, pidió a la clase imaginar un
lugar donde quisieran hacer una observación participativa, y señaló: “esto es
pregunta fija del parcial, ¿qué es la observación participante?” Es cuando se
puede involucrarse con el objeto de estudio, donde pueda haber una inmersión.
Para mejor compresión del tema, cinco estudiantes pasaron a exponer más
detalles, mientras ellos exponían Cobos completaba las ideas y agregó un dicho:
Al pueblo que fueras haz lo… pero no se acordó en que terminaba. Continuó con
el tema de etnografía virtual, dijo
en internet también existen comunidades a investigar y de igual forma para
completar el tema pasó otro grupo de cuatro estudiantes. Al final de la
exposición pidió a la clase buscar en sus dispositivos móviles el significado
de Netnografía y una estudiante en voz alta lee la primera definición que le
apareció en su celular. Para continuar con el tema de internet, Cobos dice que
hay una teoría sobre que cada persona tiene burbujas de filtros, dependiendo lo
que uno hace o busca en las redes sociales o en internet, la red decide que
entra y que no, por ejemplo si uno busca mucho acerca de carros, en las
próximas búsquedas van a aparecer sugerencias de carros y personas que tengan
gustos similares.
Finalizando la clase, dice a
los estudiantes que había llegado la hora del pre parcial, un cuestionario en
Kahoot, explica que cinco personas tenían la oportunidad de quedar eximidos del
parcial de primer corte y conforme al puesto en que quedaran dependía su nota. Recalcó
a los estudiantes que solo era un juego, que no quería lágrimas, problemas como
unos que ya había tenido en otra clase, a una estudiante se le había caído el internet,
a otra se le había trabado el juego y habían dicho que no era justo. Después de
precisar las reglas, inició el juego y todos con ansiedad en la búsqueda de quedar
eximidos trataron de responder lo más rápido posible, porque no solo importa el
acierto en la respuesta, lo más relevante es la velocidad al contestar. El
juego terminó dando a conocer los nombres de los cinco eximidos y a María que
era parte de este grupo Cobos le dice que esta on fire, ardía según los
resultados, logrando que la clase saliera del estrés vivido con risas. Juan
Sebastián al ver la cara de molestia, impotencia y decepción de algunos,
enfatizó diciendo: “no es para tanto, solo es un juego”. Finalizó indicando que
la bitácora de esta clase se presentaría después de la semana de parciales,
permitiendo a los estudiantes tener mayor tiempo para las cuatro lecturas
puestas en el blog, sobre las cuales serán evaluados en el parcial programado.